Mi viejo amigo

Nunca podré olvidar la primera palabra que escribí: "abuelo". Realmente no sé por qué lo hice, pero una cosa que ahora sé es que él estuvo presente en mi vida. Mi abuela siempre, siempre, hablaba de él cuando era pequeño. Él es mi inspiración, aunque no lo haya conocido. Era un militar que murió 2 semanas antes de mi nacimiento. Abu (mi abuela) me dijo que él le escribió un poema. Todavía lo tiene, lo leí y fue lo más romántico que leí en toda mi vida. Cómo me hubiese gustado conocerlo. Nunca he visto una foto de él. Mi madre estaba tan triste que guardó para siempre las fotos en una caja. Solo me quedaba imaginar cómo era. Mi abuela dijo que soy una persona romántica y siempre pongo el romance en todo, tal como mi abuelo. Mi mamá dijo que soy un chico especial por ser así. Leo libros románticos. ¡OH! Cómo los amo.

En la escuela no tenía tantos amigos. Yo era el extraño que leía en el recreo. Pero no me importaba porque lo único que necesitaba para vivir eran mis libros de romance y mi familia. Siendo sincero, quería un amigo que compartiera ese amor por el romance, pero qué puedo hacer.

Nunca podría olvidar ese día. El día en que mi mundo se volvió al revés. El día que la vi. Me estaba derritiendo por ella (derritiéndome como un helado en verano). Su hermoso cabello oscuro combinaba perfectamente con su tono de piel y labios. Sus ojos me transportaron a otro mundo. Stefany, mi primer amor, era perfecta. Ella estaba en mi mente todo el tiempo. El único problema era que le gustaba otro chico. La tristeza que sentí cuando lo descubrí… Entonces, fui al parque que estaba frente a mi colegio.

Me senté en un banco, cerré los ojos y comencé a llorar. Sé que era un niño pequeño pero mis sentimientos eran fuertes. De repente, escuché una voz vieja y baja. En un salto me levanté y lo miré. Llevaba un sombrero extraño que parecía muy anticuado. Además, una camisa a cuadros roja con un pantalón gris y zapatos oscuros desgastados. Su rostro estaba lleno de arrugas. Luego comenzó a hablarme. Me dijo que le escribiera un poema romántico. No le respondí. ¿Cómo sabía que me gustaba una chica? Estaba impresionado. Su consejo fue muy bueno, así que finalmente le pregunté cómo sabía que estaba enamorado de esa chica. Me dijo que era muy obvio. Me contó que él se llamaba Pepe. Además, que el poema sería una excelente idea. Comenzamos a hablar sobre el poema que le escribiría. Me dijo que no tuviera miedo, si algo salía mal, yo no debería de estar triste porque ella perdería a alguien que la amaba y yo perdería a alguien que no me amaba. Siempre recordaré esa lección que me dio. Pasaron muchas horas de plática, hasta tal punto de que el cielo peruano se oscureció. Me olvidé por completo de mi mamá, ella siempre se enoja cuando llego tarde a casa. Cuando me di cuenta de que era tarde, le di las buenas noches a mi nuevo amigo y corrí lo más rápido posible a mi casa. ¡Oh! Realmente mi madre estaba tan molesta conmigo, a tal punto de que me castigó. Me puse en su lugar… tenía razón.

Al día siguiente terminé mi poema, estaba listo para darle todo mi corazón. Estaba muy, pero muy nervioso. Así que saqué todo mi coraje (en realidad, no sé de dónde) y puse el papel en su escritorio. ¡Dios mío! Mi cabeza me atormentaba. ¿Si no le gusta? ¿Si todo el mundo se entera de que le escribí un poema y empiezan a reírse de mí? Al final, sólo eran pensamientos. En el recreo se acercó Stefany y me dijo que eso era lo más lindo que alguien había hecho por ella. Mi corazón latía tan rápido que pensé que estallaría. Me dio un beso en la mejilla y se fue. Me quedé sin palabras, estaba muy impresionado, y todo gracias a mi nuevo y mejor amigo que me dio la fuerza para escribirle.

Desde ese día, fui al mismo parque, al mismo banco y él siempre estaba allí esperándome. ¡Finalmente tengo un amigo!, dije en mi mente, estaba tan feliz porque compartimos el mismo amor por los libros románticos y en todo. Estaba tan agradecido con él, por todas las lecciones y consejos que me dio, me hizo sentir menos solo.

Un día mi madre me preguntó por qué venía tarde a casa y le conté todo sobre él. Ella quería conocerlo. Así que fui con ella al parque y lo esperé. Esperamos y esperábamos.

Fue extraño porque siempre estaba ahí. Una hora más tarde nos fuimos a casa. Me sentía miserable, por qué mi amigo, mi mejor amigo no vino. Quiero que se reúnan. Para mostrarle a mi mamá lo increíble que es este hombre, con los mejores consejos de amor de la historia. Los días siguientes no vino. Lo esperé; no vino. Desde ese día, no sé nada de mi mejor amigo, por qué se fue, qué le pasó.

Stefany y yo fuimos novios, gracias a él. Años después nos casamos y ahora tenemos una hermosa familia. Tenemos dos hijos, Pepe, en honor a mi mejor amigo y Luciana en honor a mi abuela.

Un día, fui a casa de mi mamá. Se estaba mudando. La ayudé a empacar y de repente encontré una foto. "Reconozco esa cara", le dije. Mi madre me dijo: "¡Oh! Qué vieja foto, es tu abuelo. Quería conocerte, pero sabes lo que le pasó". En ese momento reconocí su rostro lleno de arrugas, era Pepe, mi viejo amigo.