La muñeca y Daniela
- Daniela Gonzales 2.°A
- 3 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov 2020
Había una vez una niña que se llamaba Daniela y tenía una muñeca. La muñeca era muy linda, le habían pintado un polo que parecía ropa de baño, venía con un set de diseñadora para que jueguen con ella y se diviertan mucho.
Daniela era muy juguetona y a veces traviesa. Con esta muñeca jugaba mucho. Un día la muñeca cobró vida y vio a Daniela haciendo su tarea, se le había complicado un poco la tarea y la muñeca fue ayudándola.
Luego Daniela ayudaba a la muñeca diseñando ropa para la muñeca y a veces la muñeca ayudaba a Daniela en sus tareas y en otras cosas más.
Un día ya no se le complicaban las tareas a Daniela y la muñeca dejó de cobrar vida. Pero antes le dijo a Daniela que siempre que necesitara ayuda ella iba a cobrar vida para ayudarla.
Daniela la dejó guardada en una casa que le había hecho con un jardín para que juegue en la noche o cuando ella quiera.
Un día Daniela se levantó en la noche, llamó a la puerta de la casa de la muñeca y la muñeca le abrió. Daniela le dijo: ¿por qué no jugamos un rato? La muñeca dijo que solo un rato porque luego tenía que ir a dormir porque amanecería muy pronto. Entonces jugaron un rato y luego se despidieron para que vayan a sus camas las dos.
Cuando Daniela era grande seguía jugando con la muñeca, pero como la muñeca ya estaba vieja y no estaba bien pintada, entonces Daniela la pintó con pintura y esmalte transparente para que brille.
Pasaron los años y Daniela decidió ser diseñadora. De un momento a otro, los otros juguetes que tenía cobraron vida y Daniela le dijo a su muñeca ¿por qué no diseñas ropa para los demás juguetes? La muñeca respondió que sí, con el tiempo fue diseñando ropa y los demás juguetes fueron amigos de la muñeca.
Un día, la casa de la muñeca se fue destruyendo y Daniela quería construirle una casa mejor. Daniela tenía un primo que sabía construir casas, entonces, le contó que la muñeca tenía vida y le pidió que le construya una casa.
Ambos guardaron el secreto y le construyeron una casa nueva a la muñeca con más pisos, más alta y con un jardín más grande. Así, pudo enseñar a otros juguetes a ser diseñadores.
Hasta hoy, Daniela y su muñeca se siguen despertando en la noche, no muy tarde, para jugar y tener muchas aventuras juntas.
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